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Poetas!

Hilma Contreras Castillo (1913-2006)

Nació en San Francisco de Macorís el 8 de diciembre de 1913 y murió el 15 de enero de 2006. Hija de la Sra. Juana María Castillo y del Dr. Darío Contreras, primer cirujano dominicano especializado en ortopedia y precursor de esa especialidad en el país, por lo cual el principal hospital de traumatología lleva su nombre.

Fue la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura en el 2002, hasta ese momento otorgado solo a escritores varones. Nunca casó ni tuvo hijos. Su redescubrimiento literario se atribuye a Manuel Mora Serrano. Fue la primera mujer en hacer literatura con un marcado acento de género, en el cual destacaba las condiciones de sometimiento social, legal y afectivo de las mujeres. Alfabetizada en Paris, cursó allí estudios de las lenguas francesa e inglesa, de literatura y arqueología; aunque regresó en el 1933 al país, pasaba vacaciones en su pueblo natal y en Santiago, donde transcurrieron algunos años de su infancia.

En 1937 y alentada por Juan Bosch, comenzó a escribir cuentos que fueron publicados en diferentes diarios, especialmente en la Información, de Santiago. Publicó dos volúmenes de cuentos: 4 Cuentos (1953) No. 3 de la Colección La Isla Necesaria y El Ojo de Dios, Cuentos de la Clandestinidad (1962) Colección Baluarte, Ediciones Brigadas Dominicanas, y uno de ensayo: Doña Endrina de Calatayud (1952). Además, La Tierra esta Bramando (1986), novela corta.

Tiene inéditas: “Pueblo Chiquito” (Ficción y realidad), “La Carnada” (cuentos de relatos de ayer) y “De aquí y de Allá”, apuntes. Entre dos Silencios (1987), y Facetas de la Vida (1993) hecha por la autora del material que atesora sin ser recogido en libro, salvo, La Ventana, que apareció en 4 Cuentos. En el 1993 se publicó el libro Hilma Contreras: Una Vida en Imágenes, bajo la coordinación editorial de Ylonka Nacidit-Perdomo. Estos textos no se parecen a nada de lo producido hasta ahora en nuestra literatura.

Hilma Contreras es, realmente, una maestra del relato breve y una artífice del cuento psicológico. Imposible de encasillar en “ismos” o tendencias, su escritura es clara, tersa, su lenguaje moderno y sin embargo, sus cuentos hacen pensar y cautivan, no solo por la plasticidad lírica sin excesos, sino por su dominio de la técnica narrativa que va, desde la tensión dramática y el detalle trágico, hasta la sorpresa final que desconcierta o remansa lo narrado. Por su conocimiento del suspenso y su experiencia humana de la soledad, – en el libro Entre dos silencios – se pone de manifiesto la auténtica revelación de nuestra premier cuentista.

Jamás hay mas de dos o tres personajes en conflicto, como manda la buena tradición del género, y a pesar de sus vividuras y vivencias en Europa (reflejadas en costumbres como la del portero), la mayoría están ambientados aquí y en algunos casos (Ahora Seremos Felices) en la aldea, con sabrosos criollismos. Es, ante todo, una escritura urbana, no-solo por la limpieza de su léxico y el gran pudor con que trata escabrosos temas sexuales y describe intimidades, sino por la altura de su bien decir y por la economía de medios expresivos y, como dije, por la gran modernidad conseguida a través de su maestría narrativa.

Sueños que son auténticos delirios oníricos, frustraciones humanas, locuras, humillaciones, hermosos perdones, poemas de la soledad, pecados absurdos, de esos materiales están hechos estos cuentos de fuego y muerte, de abandono y tristeza, que, sin embargo, descansan en una simpatía por el ser humano y una visión del porque somos tan frágiles y de cómo la vida esta llena de pequeños olvidos y recuerdos.

Hilda Contreras, al encantarnos y cautivarnos en el libro Entre Dos Silencios, que yo hubiera titulado “Entre los Sueños”, nos deja, al final de su lectura, como quedamos muchas veces luego de una pesadilla: maravillados y consternados al saber que tanto lo onírico como lo real pertenecen al mismo territorio de nieblas: la existencia humana.

Tomado de:
Contreras, Hilma. Entre dos silencios.
Santo Domingo : Taller, 1987.129 p.

Aída Cartagena Portalatín (1918-1994)

Nació en Moca en 1918. Falleció en Santo Domingo, el 3 de junio de 1994.Hija de Felipe Cartagena Hinojosa y Olímpia Portalatín.  Doctora en humanidades, Universidad Autonoma de Santo Domingo (UASD), con un postgrado en París en Museología y Teoría de la Artes Plásticas. Formó parte del grupo de «La Poesía Sorprendida». Ejerce la cátedra universitaria. En 1965 fue designada Consejera de la UNESCO (París).

Cursó los estudios elementales y secundarios en su pueblo natal, Moca. Luego se trasladó a la capital dominicana e ingresó a la Universidad de Santo Domingo donde se doctoró en Humanidades. Realizó estudios de postgrado en museografía y Teoría de las Artes Plásticas en la Universidad de París.

Durante varios años fue profesora de Historia del Arte e Historia de la Civilización en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Dirigió los cuadernos literarios Brigadas Dominicanas y la revista de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Trabajó como consejera de la Unesco en París (1965) y formó parte del jurado del Premio de Casa de las Américas, en La Habana (1977). Sus constantes viajes a Europa, América Latina y África enriquecieron considerablemente su obra literaria y sus investigaciones en el campo de la historia del arte. Militó en la agrupación La Poesía Sorprendida que reunía a los poetas más elitistas del país de los años 40 y 50.

Fué una de las pocas escritoras dominicanas de la primera mitad del siglo XX que logró levantar e imponer enérgicamente su voz en un medio literario predominantemente masculino. Poemas suyos como «Estación en la tierra», «Una mujer está sola» y «La casa» confirman la soledad y la rebeldía que caracteriza la mayor parte de sus textos y fortalecen, al mismo tiempo, el sentido social de una producción literaria que en su conjunto aboga por situar a la mujer de su época en su justo espacio y dimensión.

Su novela Escalera para Electra fue finalista del Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral en 1969. Es la escritora dominicana más antologada y estudiada del siglo XX. Murió en Santo Domingo el 3 de junio de 1994.

Pedro Julio Mir Valentín (1909-2000)

Pedro Julio Mir Valentín  nació en San Pedro de Macorís (al Este de la República Dominicana) el 13 de junio de 1913. Poeta, narrador, ensayista, educador, periodista, abogado, historiador. Hijo de un mecánico industrial cubano que se estableció en San Pedro de Macorís a principio del siglo XX y de la puertorriqueña Vicenta Valentín.

Considerado el Poeta Nacional de la República Dominicana (declarado por el Congreso Nacional en 1984), perteneciente a la generación de los Independientes del 40. Pedro Mir nació y pasó su infancia en el Ingenio Cristóbal Colón, cerca de la ciudad de San Pedro de Macorís. La temprana muerte de su madre en 1917 le dejó un profundo sentido de ausencia que luego él mismo afirmaría que fue el origen de su vocación poética.

A principios de la década de 1930, Pedro Mir empieza a escribir sus primeros poemas, mostrándolos a amigos y relacionados. Uno de esos amigos decide, sin consultarle, llevar unos versos al escritor Juan Bosch, quien ya en ese entonces era una figura literaria importante en el ámbito dominicano. La fibra poética natural del autor llama la atención de Juan Bosch, pero éste desestima los versos diciendo que el poeta tiene talento pero debería «dirigir los ojos a su tierra».

Enterado Pedro Mir, decide escribir sus primeros poemas de corte social y esta vez enviárselos a Juan Bosch él mismo.Bosch no contesta, sino que publica los versos en su sección del Listín Diario, un importante periódico dominicano, con el llamativo título que luego sería una profecía: ¿Será este muchacho el esperado poeta social dominicano?

Pedro Mir continúa escribiendo y se gradúa de Doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en 1941, ejerciendo en una oficina de abogados de la capital dominicana. Sin embargo, la presión de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo se hace insoportable, especialmente para quien escribía poesía social. Considerado un desafecto al régimen, recibe amenazas y vive en zozobra hasta que marcha hacia Cuba en 1947, un exilio que se prolongaría hasta la caída del régimen del tirano.

En 1949, viviendo precariamente en Cuba, ve la luz su conocido poema Hay un país en el mundo, el cual ha sido traducido a innumerables idiomas.

En 1952 publica en Guatemala el Contracanto a «Walt Whitman (canto a nosotros mismos)» considerado uno de sus mejores poemas y también traducido a diversos idiomas, así como ha sido objeto de numerosos estudios en Estados Unidos de América, República Dominicana y otros países.

Regresa a la República Dominicana en 1962, al desaparecer el régimen de Trujillo y durante el gobierno de Juan Bosch. Tras la caída del gobierno de Bosch y seriamente afectado en su salud, viaja fuera del país, aunque regresa y se establece finalmente con su familia en la capital dominicana en 1968, dedicándose a la cátedra en la Universidad Autónoma de Santo Domingo durante varias décadas.

También dedicado a la investigación histórica, por su ensayo «Las Raíces Dominicanas de la Doctrina Monroe» (1974) obtuvo el Premio Anual de Historia. Su novela «Cuando amaban las tierras comuneras» (publicada en México en 1978) fue muy aclamada tanto en República Dominicana como internacionalmente.

En 1975, su poema «El Huracán Neruda» le mereció el Premio Anual de Poesía.

En 1984, el Congreso Nacional de la República Dominicana lo declaró Poeta Nacional de la República Dominicana.

En 1991, recibió el doctorado Honoris Causa del Hunter College de la Universidad de New York.

En 1993, recibió el Premio Nacional de Literatura.

En su honor la UASD fundó la Biblioteca Pedro Mir.

Pedro Mir falleció a los 87 años de una larga dolencia pulmonar, rodeado de su familia, el 11 de julio del año 2000.

Salomé Ureña (1850-1897)

Salomé Ureña de Henríquez nació en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, el día 21 de octubre de 1850. Sus padres fueron Nicolás Ureña de Mendoza y Gregoria de León. Aprendió sus primeras letras en escuelas públicas de su tiempo; pero adquirió después, dirigida por su padre, una esmerada educación literaria que tuvo por fundamento la lectura de los clásicos castellanos.

reverenciada poetisa y educadora dominicana, siendo una de las figuras centrales de la poesía lírica del siglo XIX e innovadora de la educación femenina en su país.

Alumna aventajada de Eugenio María de Hostos, sus obras se centran en el amor a la patria y en su entorno familiar. Aunque no escribía muy a menudo, logró llamar la atención de gran parte de Latinoamérica por la profundidad de sus obras. Entre sus trabajos más notables se encuentran: «A La Patria»«El Ave y El Nido»,«Sombras», entre otros.

Salome nació en Santo Domingo, República Dominicana el 21 de octubre de 1850. Era hija del abogado y también escritor Nicolás Ureña de Mendoza y Gregoria Díaz de León, quien dio a su hija sus primeras lecciones educativas. A temprana edad, Salomé fue influenciada también por la literatura. Su padre le enseñó las obras clásicas de autores españoles y franceses que ayudaron a la joven Salomé a desarrollar su propia carrera.

Comenzó a escribir sus versos a los quince años de edad, publicando posteriormente sus primeras obras a la edad de diecisiete años y haciéndose conocida por su espontaneidad y ternura. En 1867 publicó sus primeras obras bajo el seudónimo Herminia, nombre que usó hasta 1874. Mientras iba pasando el tiempo se volvía más trágica y triste con poemas como «En horas de angustia» o muy patriótica y fuerte en poemas como «A La Patria» y «Ruinas».

En los años posteriores incluiría temas de su propia vida en sus poesías, como se puede ver en «Mi Pedro» (dedicada a su hijo, tal vez su poema más cariñoso), «La llegada del invierno», y un libro que se hizo muy popular llamado «Esteban», donde habla de su país, su familia, las plantas y flores, y de la propia isla.

Alrededor de 1881, Salomé fue animada por su marido para abrir el primer centro de educación superior para mujeres jóvenes en la República Dominicana, lo cual hizo el 3 de noviembre de ese año bajo el nombre de Instituto de Señoritas. En los próximos cinco años, las primeras seis mujeres se graduaron de maestras en el Instituto, algo poco común en ese momento. Años después de su muerte, el instituto fue bautizado con su nombre.

El 11 de febrero de 1880, a la edad de veintinueve años, se casó con el Dr. Francisco Henríquez y Carvajal (más tarde presidente de la República Dominicana), quien también fue escritor, y una figura importante en la política.  Tuvo cuatro hijos con él: Francisco, Pedro, Max y Camila. Sus hijos más tarde se convertirían en figuras altamente respetadas de la literatura contemporánea de mediados y finales del siglo XX como escritores, filósofos, poetas, humanistas y críticos de arte.

Ureña murió debido a complicaciones de tuberculosis en 1897, a la edad de 46 años. Fue enterrada en la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes, y trasladada en 1972 al Panteón de la Patria.

Es considerada por muchos como la escritora más excelsa de la República Dominicana; inyectaba profundos sentimientos en cada uno de sus poemas. Salomé no fue solo una prominente escritora y educadora dominicana, sino también una gran luchadora por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. Su lucha la convirtió en una mártir en su país y es recordada por su arduo trabajo en favor de la educación femenina.

Acerca de ella se ha escrito mucho y sus poemas forman parte del patrimonio literario dominicano. Su obra poética, cerca de sesenta composiciones, incluyen la épica y la lírica.

Héctor Santiago Inchaustegui Cabral (1912-1979)

Nació en Baní el 25 de julio de 1912 y fallece en la ciudad de Santo Domingo el 5 de septiembre de 1979, a la edad de 67 años. Fueron sus padres Don Joaquín Santiago Incháustegui Andujar, periodista, autor de una Reseña Histórica de Baní, su madre Doña Marina Cabral. Casó con la Srta. Candita Salvador, con la que procreó tres hijos, le sobreviven sus hijos, doctores Sergio Rafael, Héctor Joaquín y Marino.

Don Héctor, poeta, profesor universitario, ensayista, periodista y animador cultural. Se graduó de bachiller en la Escuela Normal de Varones en Santo Domingo. Desde muy joven tuvo inclinación por la literatura y la poesía, motivos que lo llevó a estudiar la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Santo Domingo.

Además de escritor desempeñó numerosos cargos, tales como: Jefe de Redacción y Editorialista del Periódico Listín Diario y del Periódico La Nación, Director del Diario La Opinión, Director de Bellas Artes y Cultos, Subsecretario de Relaciones Exteriores, Director de Radio Caribe, Director de Radio Televisión Dominicana, Presidente de la Corporación de Fomento Industrial; Encargado de Negocios de la Embajada en La Habana, Cuba, Embajador en México, Venezuela, El Salvador, Ecuador y Brasil. Fue Profesor Emérito y Escritor Residente de la Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago de los Caballeros.

Recibió honores y menciones entre los que se encuentran : Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua, Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica Madre y Maestra, Premio Nacional de Poesía Pedro Henríquez Ureña (1952).

Como escritor dejó una voluminosa e importante producción poética de orientación social y política. También cultivó con notable éxito el ensayo y la crítica literaria, considerándosele uno de los grandes representantes de la Poesía Sorprendida”, ha sido traducida al italiano, catalán, francés, inglés y alemán. En 1979 la Sociedad de Escritores Dominicanos le otorgó el prestigioso premio Canoabo de Oro. También se distinguió por su generosidad, su sensibilidad poética, los servicios que brindó a la Patria como diplomático y funcionario.

Don Manuel del Cabral, compañero de generación de don Héctor, dice: “Héctor Incháustegui Cabral es uno de los representantes de la gran poesía dominicana contemporánea. Su obra extensa e intensa basta para quedarse en la historia de la literatura de nuestro país como uno de los hitos del pensamiento dominicano”. Héctor, además de alto lírico, era un prosista de grandes aciertos expresivos, humanos y especialmente de penetrante aguja psicológica, a la que siempre acompañaba de una sedosa y mágica ironía que le daba un prestigio especial a su personalismo talento”.

Héctor fue Secretario del Presidente Antonio Guzmán Fernández, desde los días de su elección y posteriormente se le designó como Secretario de Estado sin Cartera. Fue escritor residente y asesor del Rector de la Universidad Católica Madre y Maestra, donde trabajó por doce años, primero como profesor y luego como Vicerrector, Encargado del Departamento de Publicaciones y de la Revista EME-EME, Estudios Dominicanos.

Publicó una serie de obras en verso, teatro, ensayos y crítica. Su obra poética completa (1940-1976) apareció bajo el título de su primer libro de versos “Poemas de una sola angustia”.

Fué miembro correspondiente de la Academia Española de la Lengua, del Ateneo de México y del Ateneo de Bellas Artes de Río de Janeiro. Poco antes de su muerte fue hecho miembro de la Legión de Honor de México. El año anterior a su muerte fue reelecto para ocupar uno de los cinco puestos del Consejo Interamericano de Cultura de la Organización de los Estados Americanos y su miembro más antiguo.

Fué también Secretario de Don Federico Henríquez y Carvajal y del Lic. Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, cuando estos fueran rectores de la Universidad de Santo Domingo, también del Lic. Manuel Arturo Peña Batlle, cuando ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados y del Dr. Donald Read Cabral, cuando presidió el Triunvirato.

El Presidente de Venezuela, Dr. Raúl Leoni, en junio de 1966, lo designó para trabajar junto a él en el Palacio de Miraflores, don Héctor no llegó a aceptar el cargo, porque prefirió aceptar la posición que le ofreció la Universidad Católica Madre y Maestra.

Julia Álvarez.

Nacida en 1950. La experiencia norteamericana de Julia Álvarez se origina en la emigración forzada de su familia a los Estados Unidos. 

Julia nacida el 27 de marzo de 1950 en Nueva York es una poetisa, novelista, y ensayista estadounidense de ascendencia dominicana.

Nacida en Nueva York, a los tres meses se trasladó a la República Dominicana y a los diez años regresó a los Estados Unidos, donde actualmente reside. Escribe en inglés por haberse formado como escritora fuera del territorio dominicano. Su obra más conocida es How the García girls Lost their accent, aunque también es autora de las novelas Antes de ser libres y En el tiempo de las mariposas, que dio origen a la película del mismo título.

A la edad de diez años asumió el reto de insertarse en la nueva realidad, poniendo énfasis en el dominio del idioma que le sirve de instrumento comunicativo, con una dedicación tan profunda y decisiva que el inglés llegó a convertirse para ella en la lengua que usa habitualmente para canalizar los mensajes de su expresividad. La obra escrita de Julia Álvarez se inscribe por derecho propio dentro de las letras norteamericanas.

Inició sus estudios universitarios en Connecticut College. Transferida a Middlebury College, egresa con el título de Bachelor of Arts, Summa Cum Laude. En 1975, obtuvo la Maestría en Creación Literaria (Masters in Creative Writing) en Syracuse University. Complementó su formación con varios cursos graduados de inglés y literatura americana en Bread Loaf School of English.

Durante varios años desarrolló actividades de enseñanza y animación literaria en instituciones escolares de diversos niveles, así como en comunidades. De esta época se destaca un proyecto de taller literario bilingüe, en Wilmington, que culminó con la antología Yo soy / I Am.

Compromisos laborales posteriores la llevaron a Phillips Andover Academy, University of Vermont y George Washington University. De 1985 a 1988 fue profesora asistente en el departamento de inglés, University of Illinois, en Urbana. En varias oportunidades ha pertenecido al staff de Bread Loaf Writer’s Conference.

En 1988 comienza a laborar en Middlebury College donde ofrece talleres de creatividad literaria, enseña análisis literario, imparte cursos sobre Chaucer, Milton, Shakespeare, literatura hispanoamericana, literatura de la mujer de la minoría y trabaja sobre temas de carácter interdisciplinario. En esta institución de estudios superiores, que sigue siendo su hogar académico en la actualidad, la profesora Álvarez alcanzó la permanencia (tenure) y fue promovida a la titularidad (full professor). En 1998 se convierte en escritora residente, con obligaciones de enseñanza a tiempo parcial, asesoría a estudiantes latinos y lectora externa de tesis en la especialidad de creación literaria.

Paralelamente a lo reseñado, hay que mencionar su interminable agenda de conferencias, presentaciones, consultorías. Como es lógico, tratándose de una escritora, también las publicaciones suben a un número muy crecido, tanto en revistas y periódicos, como en forma de libros. Como traductora, ha vertido al inglés poemas de Pablo Neruda. Sus páginas están presentes en muchas antologías.

Julia Álvarez fue honrada como uno de los seis Dominicanos-Americanos que han hecho contribuciones significativas a la comunidad dominicana en ambos países, siendo anfitriones el Dominican American Assistance Fund y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica (1995).

El John Jay College, de The City University of New York, le otorgó el Doctorado Honoris Causa en Ciencias Humanas (1996). La Feria Anual del Libro de Santo Domingo de 1997 fue dedicada a su obra. En septiembre de 200 fue declarada Mujer del Año, por la publicación Latina Magazine.

Sus novelas han sido elogiadas por los más importantes medios de comunicación de los Estados Unidos y Latinoamérica. Su primera novela Cómo las Chicas García perdieron su Acento fue declarada libro del año en 1991 por New York Times Book y por el Library Journal.

En 1994, En el tiempo de las mariposas, su segunda novela, fue nominada al mejor libro del año por el National Book Critics y elegida el mejor libro de 1994 por la American Library Association. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas.

Flérida García de Nolasco (1891-1976)

Nació en Santo Domingo el 27 de febrero de 1891 y murió en la misma ciudad el 12 de Febrero de 1976, a la edad de 85 años. Estuvo casada con el también escritor e historiador Sócrates Nolasco.

Flérida García de Nolasco nació en Santo Domingo el 27 de febrero de 1891 y murió en la misma ciudad el 12 de Febrero de 1976, a la edad de 85 años. Estuvo casada con el también escritor e historiador Sócrates Nolasco. Estudió filosofía en la Universidad de Santo Domingo, donde se doctoró de 1948. En la más vieja Universidad de América fue profesora de Folclore, Literatura Dominicana e Historia de la Música.

Mujer de una vasta cultura, humanista e investigadora infatigable, su labor intelectual, fecunda y variada, constituye una sólida contribución a la cultura dominicana contemporánea. Su interés por la música universal, el folclore dominicano, la historia colonial, los místicos españoles, y la poesía, entre otros, evidencian su erudición y su interés humanístico.

Sus primeras obras se publicaron a finales de los años veinte. Su obra Grandes Momentos de la Historia de la Música fue galardonada con el Premio Nacional de obras didácticas Luisa Ercina Chevalier, correspondiente a 1957.

En 1970 fue nombrada Doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra como premio a su enorme labor intelectual.

Obra

Cultura Musical (texto para las escuelas de música en República Dominicana, 1927); De música española y otros temas (1939); La Música en Santo Domingo y otros ensayos (1939); La poesía folclórica en Santo Domingo (1946); Existencia y vicisitudes del Colegio Gorjón (1947); Vibraciones en el tiempo (1948); Días de la Colonia (1952), Rutas de nuestra poesía (1952); Santo Domingo en el folclore universal (1957); Grandes momentos de la historia de la música (Premio Nacional de Literatura, 1957); Santa Teresa de Jesús a través de sus obras (1959); El primer santuario de América (1961), Clamor de justicia en La Española, 1502-1795 (1971); Mi testimonio (1975).

Tomado de:                                                                                                                                                                                                          El Caribe Digital